sábado, 21 de marzo de 2015



TANTO DE MUCHO

Tanta violencia transpira esta sociedad.
Tanto dolor en las escenas cotidianas, como un tren abarrotado.
Tanta la indiferencia nuestra, victimas pincelados de victimarios.
Tanto hacemos por curar heridas y tapar abandonos.
Tanta la farsa sobre la cual avanza esta cotidianidad tan preocupada en llegar a sus fines: del día, de la semana, del año.
Tan solos nos sentimos, con ese sabor en la mente que tiene la impotencia.
Tanto aquello que resignamos por ser hijos de una derrota jamás asimilada.
Tanto por hacer, tantos lugares por ver y tantos mundos por salvar.
Tanta letra dolorosamente inútil.
Tanto tiempo por siempre muerto en la rutina de cumplir la rutina.
Tanto egoísta singular por plural.
Tanto por cambiar.

Tanto, tanto por hacer…. 


Patricio López Camelo

domingo, 15 de marzo de 2015


De Dichos, Lunfardo y otras Hierbas

Nuestro diccionario de Dichos, Lunfardo y otras Hierbas nos arrastra hoy a la letra “T”, tratando transitoriamente de tocar temas que trunquen el tradicional temario al que nos obliga la trova rutinaria que altera nuestro idioma. Aunque tampoco tanto. A su tratamiento!!!  

 -Tararira: Pez de río, de color negro, de carne apreciada.// Dícese del miembro sexual del varón humano que posee un tamaño llamativo por su grandeza. Y hace de su carne un elemento apreciado.
 -Terrorismo: Dominación por el terror. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.//Dícese de la excusa empleada por diversos estados, dentro y fuera de sus territorios, para aplacar cualquier disidencia a su hegemonía.//Malo, feo, muy malo cuando viene de parte de sectores subalternos o subordinados (léase pobres también).
 -Tiroteo: Acción de tirotear (disparar varios tiros contra una persona o cosa). // Dícese popular del acto sexual. Generalmente, si participan más de 2 personas, la expresión cobra mayor relevancia.//Acto donde la posesión de tararira garantiza la repetición del mismo.
 -Topo: Mamífero insectívoro que cava galerías subterráneas donde vive. Dícese de la persona que ve muy poco.//Antigua forma de llamar al infiltrado o espía, en especial durante la guerra fría.//De posible nexo o familiaridad con el conocido popularmente “pata de lana”.
 -Turbio, bia: Falto de claridad o transparencia. Poco claro o confuso //Dícese de aquellas situaciones o personas de dudoso accionar ético.//Aplicable a tantas, tantas situaciones cotidianas de la vida social argentina, que interminable seria mencionarlas.

viernes, 13 de marzo de 2015

Detrás de la Cordillera
64

Con mucha ansiedad Patricio fue viviendo el resto del mes esperando el próximo turno de visitas, no se podía sacar a Elena de la cabeza. También por esos días la fiscalía militar comenzó a llamar a algunos detenidos para ser juzgados. Si bien, nadie confiada en tener un juicio justo, el hecho implicaba ser reconocidos como presos políticos y esto achicaba las posibilidades de ser asesinados.
Cada mañana, muy temprano, un grupo de diez o a lo sumo doce detenidos eran trasladados al continente. Al caer la tarde estaban de regreso, en sus rostros se leía la suerte corrida en el juicio. Las penas como mínimo eran de tres años y las más extensas de treinta cinco. Uno de los primeros condenados fue Iván Sepúlveda a quien le dieron la pena máxima. Al entrar a la barraca, todavía le quedaba ánimo para decir:
-Al salir tendré ciento tres años, no voy a ser tan viejo como para abandonar la pelea. Sepúlveda, era el más viejo de todo el penal y en su piel estaba escrita un párrafo de la historia de la clase obrera chilena y también de su actual tragedia. Tres de sus hijos estaban detenidos en distintas cárceles y un cuarto asesinado. Su nieto mayor, apenas un muchacho en estos momentos, años más tarde sería uno de los participantes del Manuel Rodríguez que atentó en el cajón del Maipú contra el dictador Pinochet.
No todos tomaban sus condenas con tanta entereza como Sepúlveda, para muchos el solo imaginar sus próximos cinco, diez o veinte años en la cárcel era devastador. En sí, el problema no era la cantidad de años de condena, sino el no poder imaginarse el porvenir. Un revolucionario es todo futuro, en esto, y no en otra cosa, está su fortaleza y las condenas parecían quebrar esto.
Al fin el tiempo paso y llegó el día de visitas. La ansiedad de Patricio acabó ese domingo, pero al ver a su madre y nuevamente a su hermana Leticia sintió que un latigazo lo derrumbaba. No hizo preguntas y su madre en ningún momento habló de Elena. Al caer la tarde, antes de irse su hermana sacó de entre sus ropas una carta y se la entregó. Es de Elena dijo en voz baja para que no escuche su madre. Patricio guardó la carta en el bolsillo y se despidió de sus familiares.
Por varios días el sobre lo mantuvo sin abrir. Una tarde de lluvia fina y transparente, lo encontró sentado al borde de la cama y, casi sin darse cuenta, leyó la carta.
Esa noche no probó bocado, con mucho esfuerzo, entrada la madrugada, se pudo dormir.
Días después fue trasladado hasta la fiscalía militar donde se desarrolló el juicio, una grandiosa farsa montada por la dictadura. Fue acusado de pertenecer a una asociación ilícita, por tenencia de armas de guerra para atentar contra el país, traición a la patria y de ser agente del gobierno cubano. Patricio fue condenado a treinta años de prisión, a cumplir, por su peligrosidad, en cárceles de máxima seguridad.
Por varios días no pudo salir de la zozobra provocada por la condena. Treinta años había dicho el juez envuelto en su impecable uniforme y firmó ampulosamente la sentencia. En su cabeza Patricio conjugaba un sólo verbo: resistir.


domingo, 8 de marzo de 2015

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Hoy traemos nuestro breve Homenaje al Día Internacional de la Mujer, que es también en honor al genero y como parte indispensable de la lucha por un mundo mucho más equitativo. Amparo Ochoa narra con su voz una de las perspectivas sobre las mujeres.
  

Amparo Ochoa-"Cuando Agosto era 21"




Amparo Ochoa-"Se va la vida"


jueves, 5 de marzo de 2015

Detrás de la Cordillera
63

De a poco, la vida en la cárcel volvió a la normalidad. Las actividades en común se reanudaron  y hasta se agregaron nuevas, si bien las acusaciones lanzadas por cada grupo habían abierto heridas, con el correr del tiempo todo fue pasando al olvido.
 A  Patricio su canción le permitió pasar a ser un personaje conocido en todo el penal. Cuando se dirigía a cualquiera de las barracas, siempre encontraba una invitación para arrimarse a una charla,  una ronda de té o una pitada a los siempre escasos cigarrillos.
Con las próximas visitas Patricio tuvo dos sorpresa, una grata y la otra, no tanto. Junto con su madre vino una de sus hermanas, Leticia quien estaba casada con un militar de la marina. Patricio valoró  el esfuerzo y también el peligro que representaba tanto para su hermana, como para su cuñado esta visita. En cambio la ausencia de Elena era un espacio vacío y doloroso.  Le  pregunto a su madre por su mujer y esta respondió, que mandaba saludos y que no debía preocuparse, Elena estaba bien. No volvió a preguntar, entendía en el silencio de su madre que algo funcionaba mal.
Por varios días sus compañeros lo vieron caminando solo por el patio, evitando a los demás. Patricio elegía la soledad, todos sus pensamientos estaban con Elena. Necesitaba verla quería saber por boca de ella lo que estaba pasando.
 Una tarde caminaba solo por el patio, perdido en sus pensamientos, cuando al penal ingresó un jeep. Los guardias se apresuraron para tomar sus lugares y avisar al oficial de guardia, era el coronel, jefe del penal. El aire se llenó de órdenes y los detenidos fueron llamados a formar de inmediato.
 Patricio lentamente tomó su lugar. Una vez ubicado divisó que junto al militar estaba un detenido y enorme fue su sorpresa al reconocer a Guillermo Paniqueo.
El coronel con gestos ampulosos daba órdenes a diestra y siniestra. Un soldado le alcanzó un megáfono, para luego desaparecer corriendo hasta la formación donde los demás estaban en posición de firme.
Megáfono en mano, el coronel comenzó con el discurso:
- Soldados de Chile, aquí tenemos un peligroso subversivo. Y señaló a Guillermo Paniqueo.
-Es un enemigo de la patria y por la tanto lo es también de nuestro glorioso ejército, pero tiene un coraje  tan grande como esta isla. Durante días enteros fue maltratado y de su boca no salió ni un solo nombre. La piel le fue arrancada a lonjazos y luego se lo tiró en un barranco por que se lo creía muerto. Días después fue hallado por unos arrieros y entregado a las autoridades. En la enfermería donde fue alojado no se podía entrar por el olor a podrido que salía de su cuerpo. Nunca se quejo, jamás pidió clemencia. Un hombre integro. Y señalo a Paniqueo que sonrió con timidez
-Es un chileno cabal, hecho de la mejor madera y es una pena que halla perdido el rumbo e ingresado en las filas del enemigo. Quiero para mi tropa la misma madera, impregnada de coraje para defender sus convicciones, así  quiero que sean mis soldados. Porque nadie podrá decir jamás que nuestras armas han derrotado a un enemigo cobarde y esto, magnifica y enaltece la naturaleza de  nuestra causa  y también la grandeza de nuestra victoria.¡Soldados! Presenten armas, al prisionero Guillermo Paniqueo, saludo! ….UNO !!!
El jeep desapareció y en él, el coronel. Guillermo en cambio se quedo parado en el medio del patio. Patricio fue el primero en acercarse a saludarlo.