viernes, 13 de junio de 2014

Detrás de la Cordillera
27

Esa noche Patricio no pudo conciliar el sueño. Ya de madrugada tomó una decisión. Por la mañana rompería el cerco militar, haría contacto con la resistencia y repartiría el armamento.
En el desayuno  Patricio convenció a Elena para que vaya a visitar a su madre. Necesitaba estar solo para poder desarrollar su plan. Ella le cambió los pañales a Lautaro, juntó algunas cosas en un bolso y se despidió prometiendo que antes del toque de queda estaría de vuelta.
-¿Por qué no te quedás esta noche en lo de tu mamá?  Va a ser lo mejor, ella se va tranquilizar de tenerte en su casa
   - Mirá Patricio, no empecemos. Vos sos mi compañero y este mi lugar. Si algo nos va a pasar, que nos pase juntos. Elena respondió con firmeza. Patricio comprendió que era inútil insistir y la acompañó hasta la calle.
Unos minutos después un llamado en la puerta de entrada sobresalto a Patricio. Nervioso observó por la mirilla y preguntó:
-¿Quién es?- En su mano derecha tenía una pistola automática lista para usar. La persona del otro lado de la puerta le era totalmente desconocida.
-La noche es cerrada, pero pronto llegará el amanecer – Respondieron del otro lado de la puerta.
Patricio titubeó, era la contraseña de su célula para casos de emergencia, pero no podía reconocer a quien hablaba. Dudaba, podía ser una trampa. Luego de unos instantes, muy despacio, fue descorriendo el pasador  y con la punta del pie abrió la puerta
-Pase. Ordenó secamente
-Tranquilo compadre, que los resortes de esas pistolas están limados y son más celosas que novias primerizas Dijo el desconocido al entrar, tratando de crear confianza, pero manteniendo las manos alejadas de su cuerpo. 
Patricio inmediatamente bajó el arma, había reconocido la voz: era el cubano. El disfraz era soberbio, no quedaban ni rastros de su fisonomía anterior.
Pasaron hacía la cocina y mientras Patricio preparaba un café, el cubano relató sintéticamente los últimos sucesos de la situación política.
-Esa es la vaina compadre, el golpe pasa, no se a podido parar, los generales leales están detenidos o ya no tienen mando de tropa. En muy pocos lugares se sigue resistiendo y no creo que por mucho más tiempo. Las cárceles están a reventar y en cada unidad militar se tortura y se fusila.- Hizo una pausa tomó un sorbo de café y continuó:
  -Todo se fue al carajo. El socialismo a la chilena es pura mierda. Usted no se ofenda compadre, pero revolución sin ejército revolucionario dura lo que un pedo en un canasto
  -Nunca dudé de eso y esa era nuestra principal crítica al gobierno popular Intervino Patricio
  -Caro es el preció que pagará el pueblo por este error, la derecha va a tomar revancha. Tiempos difíciles  nos esperan - Habló el cubano como escupiendo las palabras
-¿Y por dónde se sigue la cosa compañero? Muy serio pregunto Patricio
-Las directivas del momento son claras, replegarse con las masas, tratar de que pase el grueso del temporal y tratar de tener las menos bajas posibles. En tu caso, es volver a la fábrica, el enemigo no te tiene identificado como parte del aparato militar. Es  posible que seas despedido y si esto fuera así tendrás que trabajar en la comisión de cesantes - El cubano acabó con lo último que quedaba en su taza  y siguió con las extensas directivas:
-Es una etapa defensiva donde a todas las actividades hay que darle la mayor pluralidad posible, ampliar por todos los medios nuestra base de alianzas, trabajar con la iglesia, con los sectores medios, Si  lo logramos, podremos superar el cerco represivo que tenderá  la derecha para exterminarnos
-Perdón compañero, pero los sectores medios están apoyando descaradamente al fascismo, no los veo como futuros aliados Objeto Patricio
-Mira compañero, tienes que analizarlo desde la dialéctica. La dictadura representa lo más concentrado del capital financiero internacional y su política no sólo va a perjudicar al pueblo, sino también a sectores de la burguesía no comprometida con los gringos - Con voz pausada y tratando de convencerlo monologaba el cubano.
-La dictadura no podrá estabilizarse en el tiempo. Si nosotros nos replegamos en la masa de forma ordenada, en poco tiempo volveremos a la ofensiva. Debemos cambiar el fusil por la molotov, pero los fierros no los regalamos, tienen que estar en función de la futura ofensiva.  Miró el reloj y se puso de pie, para dar las últimas directivas
 – Mañana a primera hora dos compañeros vendrán por el cajón. Ahora tengo que marcharme. A partir de este momento, eres un cuadro autónomo, cuando la organización pueda te contactará, la línea a aplicar es lo que conversamos
-¿Vuelves a tu patria? - Tímidamente preguntó Patricio
-Así es, tenemos todos los perros encima. Si nos echan el guante tendríamos un serio problema, pero no te preocupes nunca nos agarraran… vivos
-Ha sido un gusto poder trabajar contigo, suerte camarada
-Una última cosa, si la operación de mañana llegara a fallar por algún motivo, tu sabrás como ubicar el paquete sin que caiga en manos del enemigo ¡¡¡ Patria o muerte compañero!!!.
- ¡¡¡Venceremos!!! – Respondió Patricio emocionado.
Los muebles de la pequeña cocina quedaron como únicos testigos, cuando los dos militantes se fundieron en un  abrazo de despedida.



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