miércoles, 6 de agosto de 2014

Detrás de la Cordillera
35

Desde su calabozo, Patricio reflexionó acerca de su situación. Larraín y Germán estaban muertos, por el cubano no debía preocuparse, sabia sobradamente que no se dejaría atrapar vivo y tenía en claro que los militares no habían podido encontrar el armamento. Si resistía la tortura salvaba las armas y él estaba totalmente convencido de lograrlo.
Sus reflexiones quedaron inconclusas al abrirse por una vez más la puerta de su calabozo. Patricio le dio la espalda a su carcelero, esperando que la venda cubriera sus ojos como de costumbre, pero para su sorpresa, el guardia lo tomó del brazo y lo sacó por el pasillo.
La oficina a donde lo ingresaron era amplia y estaba recién pintada. Por uno de los ventanales, el sol alumbraba la tarde con total  nitidez. Dos oficiales uniformados con sus galones relucientes, lo esperaban sentados en unos mullidos sillones. Con un gesto hicieron retirar al carcelero, quien con un golpe de taco y girando ciento ochenta grados, salió cerrando la puerta detrás de sí. Patricio permaneció de pie y en silencio frente a los militares.
-Nombres y apellidos completos  Pregunto el oficial de mayor graduación
-Patricio Guadalupe Quesada Cuestas
-Edad, estado civil y profesión
-Veinticinco años, casado y de oficio soldador matriculado
El interrogatorio continuaba por carriles formales y el oficial de menos graduación volcaba todas las respuestas en un papel escrito a máquina.
¿ Actividad gremial? - Continuó preguntando el oficial
- Sí, tengo representación gremial, soy delegado de mi sector y miembro de la comisión interna de la empresa Siderúrgica Chile Sur. Contestó Patricio, inflamando su pecho de orgullo.
- ¿A que organización política pertenece?
Patricio sin dudar  respondió:-Soy militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario
-Remarque que el acusado reconoce su pertenencia a la organización subversiva conocida como el MIR -  El oficial le ordenó al escribiente, luego siguió con las preguntas.
-¿Qué grado militar ostenta en la organización?
-Ninguno, no pertenezco al frente militar, mi militancia es únicamente sindical. Sin titubear hablo Patricio. El interrogador se paró de inmediato al escucharlo y comenzó a gritar:
-¡¿ Que mierda te pasa güevón?! ¿ Necesitás otras visitas a los muchachos? Yo te llevo, no tengo ningún problema, te entrego a los perros ¿entendiste güevón?
Patricio lo miraba fijamente, no se dejaba amedrentar por los gritos. El oficial se sintió desafiado y con un rodillazo en los testículos lo derrumbó.
-¡Levántate cobarde, sos una marica, no te aguantás ni un solo golpe!
Desde el suelo, hecho un ovillo y con la cara desencajada por el dolor, Patricio estaba paralizado y no podía incorporarse. Esto enfureció aún más al militar que lo pateó hasta cansarse.
 Después de la golpiza lo tomaron a Patricio por los brazos y lo obligaron a pararse.
-Así que vos decís que no tenés nada que ver con el frente militar y menos con las armas. Te estas haciendo el güevón, pero a mi no me vas cagar. ¡Cabo, traiga el otro detenido!  Ordenó el oficial
Patricio se tambaleaba, apenas se podía mantener parado, pero cuando vio que ingresaron a su cuñado escoltado por dos soldados se le heló la sangre.



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