martes, 30 de diciembre de 2014
NEGROS DE MIERDA.mpg
Hoy les acercamos este excelente trabajo realizado por los estudiantes de la E.E.M N°1 de José C Paz acompañados por la gente del CEIHS (Centro de Estudios e Investigaciones Históricas y Sociales), basado en una tristemente "celebre" frase utilizada en forma despectiva y segregatoria. Pasen y vean.
sábado, 27 de diciembre de 2014
Detrás de la Cordillera
54
Entre los imprescindibles estaba un
ingeniero franco-uruguayo al que todos llamaban Willy, ya que su nombre era un
jeroglífico imposible de pronunciar. Willy era una persona muy particular, de
escasas palabras y extremadamente reservado. Por lo general cuando opinaba se destacaba por su
agudeza para poder separar lo importante de lo secundario.
Tenía una situación procesal complicada, existía un
pedido de extradición del gobierno uruguayo y una pesada acusación de la
fiscalía militar. Por suerte para el ingeniero, su madre era francesa y la
embajada de ese país estaba intercediendo para conseguir su libertad. El delito
que se le imputaba era pertenecer a una organización terrorista internacional,
que por supuesto tenía su base central en Cuba. Nada de esto era cierto, Willy
era uno más de los tantos profesionales que se acercaron a colaborar con el
proceso chileno. Desde el mismo momento de su llegada había trabajado en las
minas del norte del país en un ambicioso plan de vivienda. Las indignas casas
de madera donde por años se habían hacinados los mineros se tiraban abajo,
ahora vivían en confortables casas que,
además, se construyeron con el trabajo comunitario. Cuando Willy hablaba de
esta experiencia se trasformaba, dejaba de ser ese tipo cauto, medido,
equilibrado y se convertía en un narrador apasionado, su voz se volvía dulce y
hasta se le erizaban los pelos de su cabellera colorada.
Políticamente, Willy se caracterizaba a sí mismo como
un anarco-socialista y esto, aunque parezca disparatado, era acertado. Contaba
con una sólida formación teórica, basada en las ideas de los fundadores del
anarquismo y una, no menor, de los clásicos del socialismo; pero lo más
importante era cómo Willy se manejaba en situaciones difíciles y cómo con sus
actitudes arrastraba a los demás a superarlas.
Ignacio Toro muchas veces decía, mitad en broma mitad en serio, que para
situaciones difíciles lo mejor es siempre tener un anarquista a mano. Todos
reían al escuchar esto pero también todos reconocían que con Willy esto era una
inmensa verdad.
Con el transcurso de los días las cosas volvieron a
los carriles normales. Las distintas comisiones sacaron conclusiones de lo
vivido y tomaron algunas medidas, al menos para amenguar los desbordes
emocionales. Estos hechos no volvieron a repetirse, ni aun cuando las visitas
se volvieron mensuales.
Los días en la
cárcel eran una larga cadena de luchas ínfimas y diarias. Si bien a
medida que pasaba el tiempo, la posibilidad de que los mataran se alejaba, la
supervivencia pasaba por otros carriles. Se trataba de sobrevivir con dignidad,
no pactando con el enemigo que trataba por todos los medios de comprarlos con
pequeñas prebendas para quebrar la unidad del grupo. No obstante, la violencia
física siempre estaba presente y se multiplicaba con la llegada de los
comandos. Una mañana apenas el sol se había asomado, cuando varios jeep,
repletos de comandos bajaron desde el camino
de la comandancia. Los presos estaban en
el patio esperando para salir a hacer las distintas tareas, cuando irrumpieron
con sus gritos, sus golpes y sus caras llenas de odio y tizne. Llamaba la
atención como los comandos ignoraban por completo a los oficiales que estaban a
cargo del penal. Apenas le dirigían la palabra, en cambio para los soldados y
suboficiales el trato era casi el mismo que le brindaban a los detenidos, lo
único que faltaba eran las golpizas.
Los detenidos fueron obligados a formar a las puertas
de cada pabellón con todas sus pertenencias. Los cofres fueron vaciados y todo
el contenido depositado dentro de una manta. Con todos sus cacharros a la
rastra, de uno en vez, cada preso pasó por una minuciosa requisa, la falta de
algún elemento del equipo provisto era castigada con golpes e insultos.
No encontraron nada que les procurara motivos para
descargar su furia, pero aun así dieron rienda suelta a su ferocidad. El resto
de la mañana se entretuvieron con un perverso juego. Este consistía en hacer
acostar los presos de panza al suelo y que los soldados corrieran carreras
pisando las espaldas de los detenidos. Los comandos disfrutaban con la
situación alentando y apostando por cada soldado, hasta que en un momento de
suma algarabía ellos mismos participaron de las carreras.
Cuando todo se volvió rutinario y las caídas ya no
producían sonoras carcajadas, a uno de los jefes, haciendo gala de un sadismo
infinito, se le ocurrió algo para hacer un poco más atractivo la situación. Los
soldados empuñaron sus fusiles con sus bayonetas caladas para emprender la loca
carrera, ahora cada caída podía producir una herida.
Un poco antes del mediodía terminó el calvario. Los
comandos ya saciados de dar gritos y golpes, dejaron la isla. Esto trajo alivio
para todos, lo terrible fue que con ellos se llevaron a cinco presos. Siempre
hacían lo mismo, era como dejar una estaca de incertidumbre clavada en cada uno
de los detenidos, que no podían dejar de pensar en sus compañeros. Esta vez
hubo suerte, la estadía de los cinco en el continente fue breve y esa misma
noche fueron devueltos al penal, golpeados pero con vida.
viernes, 26 de diciembre de 2014
Heavy
Camino hacia Gouin una mañana de noviembre muy
temprano por la ruta con mí gran amigo Carlos pasamos un cartel que nos intrigó.
Desde ya que en un principio nuestra presencia a esas horas rumbo a un pueblo
del cercano/lejano interior de la provincia de Buenos Aires siempre es difícil
de explicar y no me detendré en ese detalle, pero volviendo al cartel en sí
decía Heavy 4, lo que significaba lisa y llanamente que existía una localidad
con ese nombre a apenas 4 kilómetros de distancia. Nuestro camino no nos
permitía detenernos pero de inmediato nos intrigó aquel nombre con reminiscencias
roqueras ligadas a Iron Maiden o Metallica. Obviamente en el auto nos quedamos
con Carlos haciendo chistes de quiénes vivirían allí o de los “duro” que sería
detenerse en aquellos pagos. Sin embargo no se apagó allí mi curiosidad y luego
de vuelta y ya de noche no nos dio para entrar al lugar. Así pues me dediqué a
investigar muy someramente de qué se trataba aquel sugerente nombre.
Parece ser que allí a unos 100 kilómetros de nuestra
capital se encuentra un paraje rural en donde alguna vez funcionó una estación
de trenes, más específicamente de un tramway rural de los hermanos Lacroze, es
decir, de un ramal del Ferrocarril General Urquiza. El origen de tal enigmático
nombre para la estación se debe a que un inmigrante y hacendado de origen
irlandés Patrick Heavy vivía con su familia en ese lugar. Dicho hacendado donó
algo de aquella tierra (4,5 hectáreas) para la creación de una estación, algo
muy normal por aquellos tiempos (1892) para aprovechar la llegada de dicho
sistema de transporte que abarató muchísimo el traslado de cosechas y demás.
Finalmente ya en épocas de don Carlitos Saúl I hacia
1998 se cerró el ramal y los descendientes de la familia Heavy se pusieron “duros”,
cuack!!!! Y reclamaron la propiedad con la suerte de que se les devolvió la
misma. Actualmente perecer ser que en aquella localidad de no más de treinta
personas Leandro Heavy, tataranieto de Patrick se mudó allí y recicló la
estación convirtiéndola en su propia casa, que tull!!!!!!!!!
Así pues ya saben, si van por la ruta 7 pasando San
Andrés de Giles se encontrarán con aquel paraje que nos produce la idea de que
el querido Ozzy Osbourne se ha radicado en la práctica de un gran Black
Sabbath, pero no es así!!!!!!!!!!!!!!!
Salute amigos!!!!!!!!!!!
Fernand
martes, 23 de diciembre de 2014
El Cuzco
En
la gran planicie del sol se levanta la más bella ciudad
Es
el centro de una nación que fundara el inca Manco Cápac.
Corren
los vientos de libertad, sueños dormidos de ayer
Rompen
cadenas del español, se despierta ahora el Cuzco
Sobre
el valle del Huatanay, en los cerros de nuestro dios
Buscarán
las huacas sagradas profanadas por el conquistador
Siente
el alma de Amaru, Inca de Vilcabamba
Pueblo
rebelde corre la voz. Se levanta ahora el Cuzco
Reinarán
otra vez en mi tierra aquel pueblo del Tahuantinsuyu
Gloria
eterna de los que perdieron y que vuelven con cantos guerreros
“Con
sus armas y enfermedades, avanzaba el cruel español
Esparciendo
la Muerte Negra a su paso por mí reino
Corta
los cuellos, malvado, violas mujer sin piedad
Todos
mis templos saqueados. A Atahualpa
acabas de matar”
Cuando
caiga el atardecer, cantaremos felices otra vez
Celebrando
la liberación y el retorno a nuestros ancestros
Salve
el dios Wiracocha, Inti y Mama Quilla
Uku
y la Pachamama en el Cuzco volverán a brillar
Reinarán
otra vez en mi tierra aquel pueblo del Tahuantinsuyu
Gloria
eterna de los que perdieron y que vuelven con cantos guerreros
Nunca
más obtendrán esos seres, de la fuerza de esclavos ganancias
Pues la furia de
quienes amansan, como látigo será su degüello
Fernando Claudio Torres
sábado, 20 de diciembre de 2014
MILONGA LUNFARDA
MILONGA LUNFARDA
En este hermoso país que es mi tierra, la Argentina,
la mujer es una mina y el fueye es un bandoneón.
El vigilante, un botón, la policía, la cana,
el que roba es el que afana, el chorro un vulgar ladrón,
al zonzo llaman chabón y al vivo le baten rana.
la mujer es una mina y el fueye es un bandoneón.
El vigilante, un botón, la policía, la cana,
el que roba es el que afana, el chorro un vulgar ladrón,
al zonzo llaman chabón y al vivo le baten rana.
La guita o el vento es el dinero que circula;
el cuento es meter la mula, y al vesre por al revés.
Si pelechaste, tenés, y en la rama si estás seco.
Si andás bien, andás derecho; tirao, el que nada tiene,
chapar es, si te conviene, agarrar lo que está hecho.
el cuento es meter la mula, y al vesre por al revés.
Si pelechaste, tenés, y en la rama si estás seco.
Si andás bien, andás derecho; tirao, el que nada tiene,
chapar es, si te conviene, agarrar lo que está hecho.
El cotorro es el lugar donde se hace el amor.
El pashá es un gran señor que sus mangos acumula.
La vecina es la fulana, el tordo es algún doctor,
el estaño un mostrador donde un curda se emborracha,
y si es que hacés pata ancha te la das de sobrador.
El pashá es un gran señor que sus mangos acumula.
La vecina es la fulana, el tordo es algún doctor,
el estaño un mostrador donde un curda se emborracha,
y si es que hacés pata ancha te la das de sobrador.
El que trabaja, labura; quien no hace nada es un fiaca,
la pinta es la que destaca los rasgos de tu apostura.
Mala racha es mishiadura, que hace la vida fulera.
La cama es una catrera y apoliyar es dormirse.
Rajar o piantarse es irse, y esto lo manya cualquiera.
la pinta es la que destaca los rasgos de tu apostura.
Mala racha es mishiadura, que hace la vida fulera.
La cama es una catrera y apoliyar es dormirse.
Rajar o piantarse es irse, y esto lo manya cualquiera.
Y que te van a contar, ya está todo relojeado.
Aquello visto, es junado, lo sabe toda la tierra.
Si hasta la Real Academia, que de parla sabe mucho,
le va a pedir a Pichuco y a Grela, con su guitarra,
que a esta milonga lunfarda me la musiquen de grupo
Aquello visto, es junado, lo sabe toda la tierra.
Si hasta la Real Academia, que de parla sabe mucho,
le va a pedir a Pichuco y a Grela, con su guitarra,
que a esta milonga lunfarda me la musiquen de grupo
viernes, 19 de diciembre de 2014
Detrás de la Cordillera
53
Al final del mes de noviembre, una noticia conmovió y
emocionó a todos los detenidos. La fiscalía militar, atendiendo un pedido de la
iglesia católica, autorizaba que los presos pudieran recibir la visita de dos
familiares directos. Los preparativos para recibir a los familiares fueron
intensos y la ansiedad embargó a todos los detenidos con el transcurrir de los
días.
Para las visitas se acondicionó el patio. Se trajeron
las largas mesas del comedor y los bancos de madera. Todo quedo limpio y ordenado,
era muy importante el momento que iban a vivir.
Los familiares tuvieron que acreditarse en el
continente, donde en primer lugar, firmaron una cantidad infinita de papeles,
luego pasaron por una humillante requisa. Una vez que llegaron a la isla, todo
esto se repitió. Las cartas y las ropas de abrigo les fueron confiscadas, bajo
promesa de que una vez que pasaran por los controles les serían entregadas a
cada recluso.
Una vez que terminaron con todo esto, las visitas en
grupos de veinte o treinta eran acompañadas hasta el patio por un soldado. Al
mismo tiempo por los parlantes llamaban a los detenidos para que salgan del
pabellón para ir al encuentro de su familia.
Emocionante era ver como el patio se poblaba de besos,
risas y llantos. Las mesas se llenaron de rostros plenos de esperanza. En
cambio en los pabellones crecía la angustia de aquellos que aún no habían
recibido visita. Esperaban ilusionados ser nombrados por los parlantes y cuando
esto sucedía muchos corrían hasta el patio. Por suerte muy pocos detenidos no
recibieron visitas, algunos porque sus familias tenían que cruzar medio país
para poder llegar, otros fueron impedidos por la burocracia militar. Así les
sucedió a varios detenidos, que al no estar casados no se les permitió a sus compañeras el
derecho a la visita.
El patio era una inmensa fiesta popular, a nadie le
importaba estar rodeado de cercas electrificas, ni de torres con sus
ametralladoras listas para disparar, eso era parte de otro paisaje. Hoy lo
único valedero e importante era ese momento único y maravilloso que estaban
viviendo. Todo lo demás poco contaba, ni el pasado doloroso ni el futuro
incierto tenía la menor importancia, la vida les regalaba un instante de
sosiego y todos lo disfrutaban.
Patricio recibió a su madre y a su esposa en medió de
un llanto profundo de los tres. Una vez que las emociones se fueron a sosegando
las palabras comenzaron a salir de las bocas como disparadas en ráfagas
continuas. No había un instante para permanecer en silencio, los tres se
preguntaban y contestaban al unísono, cada palabra estaba mezclada con risas,
besos y caricias. Elena contó que le había escrito una docena de cartas, y que
ahora estaban en poder de los milicos y
en una de ellas estaba una foto del pequeño Lautaro.
En un momento de la charla Patricio levantó la vista y
vio como el corcho Barrios se despedía de una persona con un inexpresivo
apretón de manos. Luego su amigo se alejó llevando un enorme paquete hacia los
pabellones.
-¡Corcho, corcho, corcho!- Gritó insistiendo en el llamado,
pero su voz se perdía entre el murmullo de los demás. Sin perdida de tiempo
salió al trote, para alcanzar a su amigo antes de que cruzara el retén de
guardia que separaba el patio de los pabellones.
Barrios tenía la cara desencajada y no podía disimular
que un llanto contenido le llenaba los ojos. Cuando enfrentó a Patricio se
quebró, las lágrimas le comenzaron a
caer en borbotones y sacando de entre sus ropas le entregó una coqueta tarjeta
personal, Patricio quedó perplejo.
-Te das cuenta Patricio, mi familia en vez de venir a
verme me manda un abogado y kilos de comida- Dijo Barrios señalando la enorme
caja que había dejado a su lado. Patricio consoló a su amigo y además lo
convenció para regresar al patio.
Atardecía cuando por los parlantes informaron que
había terminado la hora de las visitas. Los familiares se dirigieron en
silencio hasta los muelles, donde esperaban las lanchas y los detenidos
marcharon hacia sus respectivos pabellones. En sólo cinco minutos todo se
impregnó de tristeza. Esa noche no
hubo charlas alrededor de las camas, mucho menos chistes o anécdotas picarescas
de esas que hacían reír a todos, solo hubo silencio y más silencio.
Al otro día, el clima emocional de todos no cambió. En
la propia formación se notaba el aire enrarecido con escasas palabras y gestos
duros. Por primera vez desde su llegada a la cárcel, Patricio presenció como
por una cosa sin importancia dos detenidos estuvieron a punto de golpearse. La
situación empeoraba con el paso de las horas, la relación entre los detenidos
se convirtió en un caos. Era como si de repente la mayoría hubiera enloquecido,
la solidaridad se convertía en individualismo, todo lo que ayer era pan ahora
era pura mierda.
Entonces fue en esos momentos críticos que aparecieron
los imprescindibles, esa personas que sacan fuerzas extra para poder, con su
ejemplo, contagiar a los demás.
lunes, 15 de diciembre de 2014
Dime, qué sucederá cuando con el lento paso del tiempo la belleza se extinga…
Dime, qué sucederá cuando al irse esa única arma de la juventud desparezca aquello que creías un tesoro…
Dime, qué sucederá cuando la superficie se arrugue, la verdad se sepa, y se descubra el vacío de tu exo-sistema, de tu caja de aire…
Dime, qué sucederá cuando en el palacio solitario los días se marchiten entre oro deslucido y sirvientes comprados…
Fernand Tor
domingo, 14 de diciembre de 2014
![[silencio.jpg]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtcpk_BxRWJ-oaNmGGZ61d0buC9Ivt1vVcovSVw3MWBdVTLf9nh82ISPQlYiw28P-ymg5KMBFwea-JcrHigNTf8z_7lVQxku_UuKkp-H1Sp8lIzXfy4jecwXKot5zF7rE7Fwo3RssV-cg/s400/silencio.jpg)
EL RESPETUOSO
SILENCIO
Era un mediodía caluroso, demasiado para ser septiembre pero
parece ser esta la peligrosa tendencia de estos tiempos de contaminación
ambiental y cambio climático.
El grabador encendido, en medio de un par de tazas de café.
Mi mirada compasiva esperando el fin de la entrevista sin sobresaltos pero
usted, usted tenía que hacer lo que su inconsciente político y realidad laboral
le ordenaba:
Entonces empezó a hablar. Y mencionó cosas como:
- “Continuación de la lucha, momento histórico adecuado,
patria grande, salvación del abismo, crecimiento económico, correlación de
fuerzas, llegada al poder, verdadera democracia…”-.
Y yo manifesté un silencio. Un silencio respetuoso, no de
asentimiento.
Pero usted lo interpretó como el punto seguido a sus palabras.
Y así dijo:
- “Tomar el poder para cambiar las cosas, integrar la
región, continuar el legado de aquellos que ya no están, frenar a la derecha
siempre golpista y antipopular…”-
Y el silencio respetuoso, ya pesado, comenzó a provocarle la
necesidad de desviar la mirada, aflojar la convicción, iniciar la matización
del tono triunfal…
Y así expresó:
-“La existencia de contradicciones, si, pero secundarias.
Nada comparables a lo logrado, al merito de resucitar el país y terminar con
los monopolios y atacar al sector financiero, ese responsable principal del
hundimiento, del diciembre 20, del 21, del 2001”-.
Y sin atender a mi pedido de cuenta al mozo, continuó
ahogando el respetuoso silencio con la demarcación de:
-“Haber terminado lo iniciado por la dictadura, iluminado lo
oscuro, señalado el camino. Y rescatado del naufragio a las mayorías…”-.
Nos saludamos con afecto, hablamos de otras entrevistas con
otros compañeros, algunos de renombre público, otros de renombre entre los
conocidos.
Y una vez ignorado por completo, silenciado absolutamente el
respetuoso silencio, concluyó marcando que:
-“Antes pensaba que se podía cambiar el mundo, pero ahora no
lo pienso: lo sé. Va a pasar inevitablemente, porque el agua cuando baja
durante mucho tiempo, termina desgastando la roca, la erosiona
irremediablemente. Y vamos a cambiar a nivel continental el orden histórico
porque ya está pasando…”-.
Me fui, pensando en las diversas formas de justificación que
tiene uno. En como precisamos que la historia nos roce y si no sucede, nos convertimos,
imaginación mediante, en protagonista aunque ella no nos registre.
Y me extrañó cómo puede ser que los que ayer juraban cambiar
el orden de las cosas, hoy cambian las cosas para no alterar el orden.
Y en como su propia versión de los hechos no contempla ni
los más respetuosos de los silencios. Mucho menos, una tibia oposición.
Patricio López Camelo
Patricio López Camelo
miércoles, 10 de diciembre de 2014
Detrás de la Cordillera
52
El corcho Barrios jamás dudó en la victoria, estaba
totalmente convencido que no sólo las fuerzas armadas saldrían a las calles,
sino también el pueblo para terminar con la tiranía. Era obtuso en el
pensamiento, cuando algún compañero señalaba que el gobierno tenía una extraordinaria
capacidad de movilización, Barrios se
negaba a discutir ese punto.
¡Obligan a la gente a ir, los camiones los llenan a
punta de bayoneta y reparten bolsones
con alimentos, los pobres van por necesidad! Pensemos… los pobres siempre han
sido buenos chilenos, ¿por qué van cambiar ahora? Y cerraba la discusión con un
golpe en la mesa y una catarata de insultos.
El odio que sentía por el marxismo y la izquierda era
total, los culpaba de todo y en cierta forma tenía razón ya que su mundo de
privilegios había quedado sepultado con los nuevos derechos de las mayorías.
Aún así, a pesar de su odio, era amplio para aceptar distintas formas de
pensamiento en sus amigos. Por supuesto que todas sus amistades pertenecían a
su misma clase social, con ellos se permitía la discusión franca y abierta.
Su mejor amigo, con quien había compartido toda la
niñez, escuela, vacaciones y hasta la mujer en el despertar sexual de ambos,
militaba en el MIR. Barrios, a pesar de las diferencias ideológicas, nunca dejó
de brindarle su amistad. Fue por eso que cuando su amigo le pidió un favor, el
corcho no dudó en prestarle ayuda. La cuestión no era sencilla, el amigo
recibía un cargamento con explosivos y necesitaba un lugar para esconderlos por
un tiempo.
-El paquete lo recibo hoy por la noche y no tengo
ninguna casa segura donde guardarlo. En mi familia no puedo confiar, si
observan movimientos raros en algunas de sus propiedades son capaces de llamar
a los carabineros y, además, creo tener los servicios de inteligencia pisándome
los talones. Por eso pensé en vos, sos la única persona que me puede ayudar a
resolver esto
Barrios se comprometió a guardar los explosivos en su
propia casa y puso una sola condición. La única persona que debía conocer del
escondite era su amigo. Una vez que cerraron el trato continuaron bebiendo
cerveza toda la tarde.
Fue la última vez que lo vio. En el atardecer del diez
de septiembre su amigo fue secuestrado en pleno centro de la ciudad. La casa
del corcho Barrios fue allanada el doce por la mañana y él, fue detenido en un
local de Patria y Libertad ese mismo día por la tarde.
Durante cinco días fue torturado con salvajismo y en
varias oportunidades estuvo a punto de ser ejecutado. Se lo acusaba de ser
miembro activo del MIR y de estar infiltrado en Patria y Libertad. Su amigo no
sólo había hablado de los explosivos, sino también lo había involucrado en la
organización.
Sólo un milagro
podía dejarlo con vida y este se produjo de la mano de su tío, el cura, que
intercedió ante las autoridades militares para salvarle la vida. Una vez más la
fuerza de su apellido se impuso y el corcho Barrios terminó con sus huesos en
el penal. Preso, pero vivo.
La vida en la
cárcel en un primer tiempo se le hizo difícil. Todo el presidio conocía su
historial que incluía, por supuesto, su pasado de militante en Patria y
Libertad. Recelo, desconfianza y hasta alguna mirada amenazadora cosechaba a su
paso, también era despreciado por parte de los militares que lo consideraban un
traidor y sobre todo de los comandos se que ensañaban con él.
Poco a poco la actitud de los detenidos hacía Barrios
fue cambiando, para esto tuvo mucho que ver la posición que tomaron los
integrantes de la comisión política. Allí se analizó que Barrios, del que no
había ningún tipo de dudas de su fascismo militante, antepuso por encima de su
ideología un sentimiento tan profundo como es la amistad. Se valoró esta
actitud, pues Barrios sabía el pensamiento político de su amigo y conocía
también que lo que guardó en su casa ponía su vida en peligro y hasta, llegado
el momento, podría ser usado en contra de su organización o hasta de su propia
familia. Esta noble actitud, decía la comisión política, hace de Barrios
merecedor de todo nuestro respeto y solidaridad, para nosotros es un compañero
más, a pesar de su pasado.
Cuando Patricio llegó al penal ya había pasado lo peor
para Barrios, de a poco se dejaba de lado el recelo y la desconfianza. Con el
tiempo, cara de corcho se ganó el respeto y el cariño de todos y, al final, terminó
siendo uno de los compañeros más apreciado de todo el penal.
martes, 9 de diciembre de 2014
Furgones - 01 - Trago Amargo (Demo)
FURGONES- TRAGO AMARGO
Hoy les acercamos material de esta banda nueva, que sacó su primer demo durante el 2013 y ya perfilan como promesas del rock and roll, crudo, urbano, con reminiscencias setentistas y muchas, pero muchas guitarras. Furgones, damas y caballeros.
viernes, 5 de diciembre de 2014
Detrás de la Cordillera
51
El fortalecimiento de las relaciones humanas era el
eslabón principal de una cadena infinita de ayudas y de contraprestaciones que
elaboraba y cuidaba cada detenido. En cada pabellón se generaban pequeños
clanes de cuatro o cinco personas. Estaban compuestos por afinidades diversas
pero la edad y la cercanía de la cama eran la base principal de su fundación.
Patricio desde el mismo momento de su llegada se había
integrado a uno de estos pequeños grupos y enseguida entabló amistad con sus
componentes.
Su principal amigo y compinche fue Esteban Barrios
Peralta de los Reyes, como el mismo le gustaba presentarse con solemnidad
marcial. Esteban, de apodo “corcho” o “cara de corcho” por su particular
rostro, era el mismo que le había prestado la cama en su primer día en la
prisión.
La historia de vida, de militancia y hasta la propia
detención de Esteban Barrios era muy particular. Su abuelo, de joven, con
audacia y muchos balazos, había hecho fortuna en las minas. Luego, como
proveedor de mulas del ejército se hizo inmensamente rico. De esta forma
consiguió los blasones y los fundos necesarios para que su familia ingrese
hacer parte de lo más rancio de la
oligarquía chilena.
Toda la familia
era gente importante e influyente, abogados, políticos, militares, jueces y
hasta uno que era cura y mano derecha de un obispo. También contaba con cuatro
hermanos mayores y con una chorrera infinita de primos y primas con quien de
niño pasaba los veranos en las estancias del abuelo.
-El mundo desde que es mundo, está
dividido en dos, los que mandan y los que obedecen. Nosotros mandamos por
derecho divino, así Dios lo quiso y nos prepara para eso. Así les hablaba el
viejo Napoleón Barrios a todos sus nietos mientras tomaban el té en vajilla de
porcelana inglesa.
El corcho Barrios fue consecuente con este mandato
familiar. Una vez que terminó el liceo en un exclusivo colegio católico,
ingresó de inmediato a la facultad de derecho. Comenzaba el año setenta y
Salvador Allende asumía la presidencia del país, el viejo latifundista no lo
soportó y enfermó de gravedad. Una tarde, ya agonizante, llamó a sus hijos y
nietos varones al borde de su cama y les hizo jurar que debían luchar para
terminar con el marxismo en Chile, luego, murió en paz rodeado de familiares y
sirvientes.
Apenas pasaron unos meses de este hecho cuando Esteban
Barrios tuvo su bautismo de fuego en las filas de la ultraderechista Patria y
Libertad. La tarea a desarrollar fue sencilla, emboscar a una columna de
estudiantes secundarios que marchaban para apoyar al gobierno. El saldo fue
desfavorable a los estudiantes que tuvieron varios heridos por las piedras y
bastonazos de los atacantes, quienes, una vez cometido el atropello, se
dispersaron entre los carabineros que sólo atinaron a mirarlos con complicidad.
De ahí en más para Esteban la militancia política fue
pan de todos los días. La universidad era un hervidero de actividad, todo el
mundo conspiraba o se preparaba para defender el gobierno pero nadie era
indiferente. Todos sabían que el golpe de estado se estaba gestando, lo que
nadie podía asegurar de antemano era el resultado. La derecha estaba bien
preparada pero, aún así, no garantizaba que la totalidad de las fuerzas armadas
le respondieran. En sus cálculos previos estaba presente que una parte no aceptaría
el alzamiento, por lo tanto, la apuesta pasaba por aislar este sector y
reducirlo a su mínima expresión. Contaban con que la mayoría de las fuerzas
armadas iban a tener una posición inicial equidistante, esperando que la
balanza se volviera hacia uno de los lados. Firmeza y audacia, repetían que esto sería decisivo
para el triunfo.
lunes, 1 de diciembre de 2014

LOS FUEGOS DE LA
POBREZA: LABURO
_Pero...mira este pelotudo, ¿Quién se cree que es? Ahora lo
voy a ir a buscar…
_Pará, pará Raúl, dejalo.
_No jefe, que dejalo, si vino a decirte eso en la cara a
vos…él!!! Que ni delegado gremial es el pelotudo y viene a decirte que le
parece una chantada lo que hacemos con los muchachos cada vez que hay acto, que
lo de la afiliación obligatoria… ¿Quién se piensa que es para venir a hablar
como zurdo si ni representante es?
_Tranquilo Raúl, escuchame, esto es así: este se va a ir
ahora a la casa todo inflamado, tratando de disimular su propio orgullo de
haberle dicho al secretario general lo que me dijo en la cara. También se va a
perseguir un poco pensando en que quizás lo que hizo fue demasiado, porque es
un pichón todavía. Y va a esperar a mañana con ansiedad, a ver si hay
represalias de nuestra parte. Vamos a dejarlo, que pasen unos días, que baje la
guardia…vamos a tratarlo incluso con un exagerado respeto cuando lo crucemos,
al saludarlo…
_ ¿Por qué?
_Para que piense que el hecho de haber sacado pecho lo va a
ubicar en un lugar en el cual no lo vamos a joder. Incluso si es más ambicioso
e idealista, se va a ir perfilando en su interior la idea de representar a sus
compañeros…y ahí va a empezar a hablar más en público, va a querer convencer a
los otros. Cuando lo haga, va a haber dado el primer paso para que lo bajemos.
_ ¿Lo vamos a…bajar jefe?
_No bestia, no me refiero a eso…cuando este empiece a querer
convencer a otros sin haber sido elegido para nada, va a ser más fácil poner a
sus compañeros, en especial a los delegados, en su contra. Y ellos van a hacer
el laburo por nosotros.
_ ¿Cómo lo van a hacer?
_No necesitamos nada brusco. Con tipos como este, que tienen
huevos pero están solos, lo mejor es ir haciéndole el día a día infernal: cargadas,
burlas, ir logrando que casi nadie le hable, decirle a sus compañeros que se
porta de manera rara…que dice cosas que no debería sobre ellos, porque aunque
no crean en lo que digamos, en algo los influye, a alguno le va a generar dudas.
Lo convertimos en un pantriste…Después empezamos joderle la producción… ¿el
está en control de calidad no?
_Sí, es la última parte antes de sacar el producto a
distribución.
_Fácil entonces… ¿usan solo las maquinas?
_No, usan las maquinas pero como todavía esta eso de la
tradición italiana…
_Ah sí, sí, quieren que el ojo humano además verifique.
Bien, asegúrate que en 3 semanas algunas de las llantas de él queden con
defectos, pero ligeros. Después hablamos con el que las carga.
_Listo jefe. ¿Algo más por ahora?
_No, por ahora no. Paciencia Raúl, ya va a llegar el momento
de que entienda, de a poco, que a nosotros nos puso acá la gente y que eso nos
da margen para manejar muchas cosas como se nos cante y según nuestro criterio.
Raúl estaba yéndose pero lo asaltó una duda. Volvió sobre
sus pasos y le preguntó a su jefe:
_Pero…jefe… ¿Y si el tipo no tiene interés en ser delegado o
representante de sus compañeros?
El jefe lo miró con una mezcla de bronca y lastima:
_No Raúl, tiene aspiraciones de serlo. Nadie anda por ahí
haciéndole frente a estas cosas solo porque le parece correcto o por su
“dignidad”. Quédate tranquilo. En cuanto salgan sus ganas de representar a sus
compañeros, pierde.
Mientras Raúl se iba, el jefe dudó un instante. Pero se le
pasó enseguida.
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