lunes, 16 de febrero de 2015


ALMA Y SUS ENANOS

Alma no cuenta los días porque se le hacen muy largos.
Intuye que los momentos es todo lo que tiene y así los vive,
deshojando la angustia a fuerza de sonrisas.

A veces se conecta al entorno y otras el hostil entorno
la invita a desconectarse. Entonces habla.
Habla con ella, habla con ellos, habla con quienes
nosotros no vemos porque no quieren hablarnos,
porque no sabemos escuchar.

Flota en un mundo donde sus sueños de pequeña princesa son reales.
En él salta, juega, canta, baila y sonríe por ser el centro
de la atención que no tiene en donde debe.

Alma fantasea con que su mama la abraza, la atiende,
la protege de una realidad perdida en su rutina.
Pero su mama esta perdida en la rutina de esa realidad
que alma no tiene apuro por conocer.

 Sus enanos la miman, la rodean, le susurran
Cosas que ella quiere… necesita escuchar.
En las noches, son quienes le alumbran tibiamente el sueño
oscuro que a todos nos asustó alguna vez y tapan
sus oídos para que el ruido pérfido de los adultos
y sus gritos no la lastimen.

Y a pesar de tanta soledad, alma crecerá
y sus enanos la acompañaran hasta el momento
en que pueda encontrar otras almas que como ella,
debieron crecer a la sombra del abandono, bajo el canto
suave de sus propios enanos gentiles.


Patricio López Camelo

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