miércoles, 9 de abril de 2014

Detrás de la Cordillera
18
Los trabajadores colocaron el queso en la trampera y se armaron de paciencia para poder atrapar a los ratones. No tuvieron que esperar demasiado.
 Las luces de las linternas de pronto alumbraron el mameluco de color gris y un hombre se cubrió la cara con las manos tapando el haz de luz que intentaba identificarlo. Obnubilado por el miedo, jugó su última carta a un escape, que de antemano, sabía imposible. Apenas si logró hacer unos pocos pasos, una sombra que apareció de pronto frente a él, lo detuvo con un golpe que lo hizo trastabillar y termino desparramado por el suelo.
-¡Que enciendan las luces!- Alguien ordenó
-¿No me reconocen compañeros? Soy Ernesto Núñez de control de calidad- Habló ya de pie, mientras se arreglaba el mameluco, con una sonrisa nerviosa en los labios. Nadie le respondió y  por la fuerza fue conducido por un estrecho pasillo
-¿Dónde me llevan? Yo no soy ninguna porquería para que me traten así a los empujones. ¡Qué se han creído güevones! Gritó y trató de resistir. Cuando sintió el caño de la pistola en sus costillas se sintió perdido y se le aflojaron las piernas. Caminó con dificultad en silencio hasta que lo ingresaron en una oficina donde permaneció a solas por  espacio de quince minutos.
El tiempo trascurrido lo ayudó a poner las ideas en orden y a recuperarse del miedo inicial. Cuando Patricio entró en la oficina, Núñez decidió tomar la iniciativa y dijo en tono altanero:
-No me pueden retener aquí ¿de qué se me acusa?-
-Estás acusado de sabotaje y de conspirar contra el gobierno de la Unidad Popular. Respondió Patricio, quien estaba acompañado por dos trabajadores más.
-¿Y desde cuándo ustedes son jueces? Para mí la constitución todavía está en vigencia, a no ser que hoy a la tarde el Chicho la haya usado de papel higiénico. Ironizó Núñez
- Sos un cabrón hijo de puta como todos los burgueses. Ahora pedís por la constitución, pero atentas contra ella todos los días.
- A mi me importa un carajo lo que vos pienses, llama a los carabineros y que ellos  me pongan ante un juez
         -  Pedís un juez porque te va absolver, ¡si son hechos con el mismo barro!. “No hay mérito”, va a decir solemnemente, nunca encuentran pruebas para condenar a los terroristas como vos pero durante cien años no las necesitaron para condenar obreros Patricio fue interrumpido por las sonoras carcajadas de Nuñez, que sin dejar de reír dijo:
-Tengo que reconocerlo, sos un chilote inteligente. Lo que dijiste es impecable, es así, te puedo agregar más, cuando vaya ante el juez niego todo. Voy a decir que nunca estuve en ese sector y el juez sin preguntas me va absolver. Nuñez al decir esto miraba fijamente a Patricio de forma desafiante
- Una vez libre voy a llamar a una conferencia de prensa junto a mi abogado que es uno de los mejores de todo Chile y voy denunciar que estuve secuestrado por la comisión interna.  También denunciare que ustedes me quisieron hacer firmar una declaración para involucrar  a los directivos de esta fábrica en una conspiración, y como yo me negué fui amenazado y salvajemente golpeado
Los compañeros de Patricio rojos de furia se acercaron a Núñez con intenciones de hacerlo callar a golpes. Patricio intervino y con un gesto los hizo retirar. Núñez continuó:
 -Les puedo garantizar que la denuncia va a salir en primera plana de varios diarios y que famosos columnistas ya tienen escritas sus sesudas reflexiones sobre los hechos…
Patricio, en ese instante, vio nítidamente la jugada de la derecha, ahora los obreros eran los ratones. En verdad, él había sospechado cuando le comunicaron que el saboteador atrapado era Núñez y por eso había tardado más de quince minutos para interrogarlo. La información que tenían era que pertenecía al grupo de extrema derecha Patria y Libertad, Desde un primer momento se había pensado que él estaba atrás de los sabotajes, pero de forma indirecta. Siempre se lo vio como la cabeza de los conspiradores en la fábrica pero nunca como las manos. Ahora actuaba como un único cuerpo, cabeza, manos y en un par de días, también lengua.









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