miércoles, 28 de mayo de 2014

Detrás de la Cordillera
25

Cuando llegó a la casa de Germán ya era tarde. Los milicos ya habían pasado por ahí destrozando todo. Con mucha cautela se puso a averiguar entre los vecinos.
-Recién se fueron, hace unos quince minutos. Entraron rompiendo la puerta, cargaron unas cajas en el camión, pero no se llevaron a nadie. Al muchacho no lo vi en todo el día, a la chica sí. Salió después de media mañana, me dijo que se iba para la casa de la madre. Patricio agradeció la información a la vecina con una sonrisa.
Era media tarde  cuando llegó a lo del doctor Rodríguez pero no encontró a nadie. Un vecino, le indicó que unas diez cuadras abajo, vivía una de las hijas del médico y que era probable encontrarlo allí. Patricio, sin perder tiempo, fue en su  búsqueda.
Al llamar en la casa estaba por demás agitado, había hecho el último trayecto corriendo.
-¿Si que desea?
Patricio quedó sorprendido, no por la pregunta si no por la belleza de la muchacha.
-Necesito ver al doctor Rodríguez -
-El no se encuentra, tendría que ir por su casa…-
-Perdón, pero de allá vengo La interrumpió Patricio
-¿Quién es? - La que ahora preguntaba era una señora algo mayor y de cabello blanco
-Lo buscan a papá
-Está bien, andá para adentro que yo me ocupo La muchacha obedeció y al retirarse dejó una  fragancia a jazmín en todo el ambiente.
-Pase, tome asiento - Invitó la señora haciéndolo pasar.
-Gracias, pero estoy muy apurado, necesito ver al doctor-
-No se encuentra, salió muy temprano por la mañana y aún no ha vuelto -
-Por favor señora, es una urgencia, debo encontrarlo. Casi suplicando habló Patricio
-Puede hablar con confianza,  ¿Cuál es el problema?
El primer impulso de Patricio fue retirarse, pero no tenía opciones. Además, su intuición le hacía confiar en la señora y como siempre sucedía, le hizo caso a ésta.
-En  casa tengo un amigo que está herido por un balazo
-¿En donde recibió el tiro?  Con firmeza preguntó la mujer
- No sé. A casa llegó herido  Se apresuró a contestar Patricio
- No me refiero a dónde fue la balacera, si no en qué parte del cuerpo tiene el tiro
- Disculpe- Se excusó Patricio, quien se sentía tonto por la manera tan torpe de responder
- No es nada, entiendo la situación, pero cuente de una vez-
-El balazo lo recibió en una de sus piernas, para ser más exacto a la altura de la pantorrilla, por lo que parece perdió bastante sangre y  la pierna ha comenzado a hincharse
 -Mi marido está en el hospital central. No creo que esta noche vuelva, porque aún continúan los combates y siguen llegando heridos, pero espere unos minutos que preparo el botiquín y lo acompaño. Por años he ayudado a mi marido y tengo alguna experiencia con los heridos de bala- Y sonriendo agregó:
 -Vamos hombre, cambie esa cara y  tenga confianza que todo va salir bien
A pesar de su edad la señora caminaba rápido. A su  paso, cada  vecino la saludaba y ella les respondía nombrando a cada uno con su nombre de pila.
-Buenas tardes doña  María, tengo la niñita con un poco de fiebre, voy a pasar luego por su casa para que la vea el doctor
-Hoy es imposible, el doctor está en el hospital. Que pase la noche con paños en la frente y si la fiebre se mantiene, baños de inmersión
-Doña María, ¿necesita que la alcance hasta algún sitio? Mire que si usted quiere saco el autito y la llevo-  Un vecino solícito ofreció su ayuda.
-Se le agradezco Méndez, pero no se moleste, voy hasta acá cerca…No se olvide que la  semana que viene tiene que hacerse los estudios de control
-Lo tengo presente, gracias. Saludos al doctor - Respondió Méndez
Así, fueron desandando el camino hasta la casa de Patricio. Repartiendo consejos para atenuar enfermedades, haciendo recordar próximos turnos de atención y aceptando invitaciones para cumpleaños y bautismos. Doña María respondía a todos con una palabra de aliento pero sin detener el paso.
Cuando ingresaron en la casa, lo único que se escuchaba era el llanto de Lautaro, Elena le cambiaba los pañales con lágrimas en los ojos. Al ver a Patricio no se pudo contener y estalló:
-No pude retenerlo, se fue para su casa - Contó entre llanto Elena



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